Book

Las pasiones del 12M15M

Creative commons CC BY-SA (Reconocimiento/CompartirIgual) Libro, publicado en papel o digital. En Listas compartidas
Abril 2012 Zapata / Madrilonia

“Vivir juntos, morir solos”. La frase es de una serie que has visto, que hemos visto muchos. Se acabó hace tiempo. Ahora, si no hubiéramos visto la serie diríamos que suena a otra cosa. Morir solos suena a un universo posible, suena aquí cerca. Es como morirse dos veces, ¿no? Morirnos, mierda. Solos, más mierda. Me dijo mi padre el otro día que la semana pasada le dijo el médico que quizás tenía un tumor. Finalmente no fue así, ¿sabéis? Al final era grasa que parecía un tumor. Nos lo dijo a mi hermano y a mi cuando ya había pasado todo. Tardó una semana más o menos en saberlo. Estuvo una semana pensando que se moría, solo. Morir solos. Yo, cuando me lo dijo, no puedo evitarlo, pensé en cuidar a mi padre. ¿Cómo iba a cuidar a mi padre si se ponía enfermo? Pensé en el tiempo que hace que no cobro o en lo que cobro cuando cobro. Pensé en mi alquiler. Pensé en mis amigos con hijos y en el dinero que tienen. Pensé en mi hermano y su curro en prácticas. Pensé que vivo en un mundo en que el cariño y el cuidado dependen de la renta. “Morir solos”, me dije. “Vivir solos”, me respondí. “Morir vivos”, funcionaba también bien.