Doblar/desdoblar. Arquitectura, flamenco y operaciones coloniales. Entrevista con María García Ruiz
«Flores, dejadme / flores, dejadme / que a aquel que tiene una pena / no se la divierte nadie...». Así arranca la canción que tanto impactó a Federico García Lorca en el transcurso de un paseo granadino junto a Manuel de Falla y de la que el poeta deja constancia en Arquitectura del cante jondo, texto en cuyas líneas Le Corbusier y el flamenco se encuentran.
Esta anécdota, acontecida en los años 20, es el punto de partida de Máquinas de vivir, un proyecto a cargo de la arquitecta María García Ruiz y el artista Pedro G. Romero que sugiere una nueva mirada del hecho del flamenco, no solo a través de la música y de la iconografía, sino por medio del espacio en busca de nuevos interrogantes y tensiones.
La presente cápsula ofrece una entrevista con García Ruiz con motivo de Doblar / desdoblar. Arquitectura, flamenco y operaciones coloniales, su residencia de investigación en el Museo Reina Sofía durante la temporada 2015-2016. Una propuesta que se plantea como un laboratorio vinculado a Máquinas de Vivir y que se centra en el período de los años 60 y 70, momento de cambio de paradigma con las revoluciones del 68 y la implantación del desarrollismo en Europa. Todo ello desde una perspectiva decolonial que constituye además la base de una futura exposición.
Esta residencia, al igual que el proyecto en el que se enmarca, está estrechamente relacionada a la Plataforma Independiente de Estudios Flamencos Modernos y Contemporáneos, una iniciativa vinculada a la Universidad Internacional de Andalucía que persigue estudiar el flamenco, más allá de lo visual y de lo simbólico, como campo de producción cultural entendido en sentido amplio.
La entrevista se complementa con varias citas de audio extraídas de diferentes casos de estudio abordados en la investigación. De ahí que, al margen de la ya mencionada Dejadme, flores, en una grabación de principios del siglo XX, en la voz del cantaor Manuel Escacena, haya también fragmentos de la pieza teatral Camelamos Naquerar, fruto de la colaboración del bailaor Mario Maya y el escritor José Heredia Maya, así como de la película Gitanos sin romancero, documental de Llorenç Soler centrado en la experiencia de un proyecto habitacional diseñado por los arquitectos César Portela y Pascuala Campos.