El 15M y la acampada en la Plaza del Sol en Madrid, así como en Plaça de Catalunya en Barcelona y demás ciudades, ha dejado descolocados a muchos de los supuestamente representantes de la sociedad. Supone la visualización de un modo de actuación definido por la red, que parte de unos referentes culturales seguramente propios y que obliga a replantear, desde la cultura establecida mediante su estructura institucional, qué papel se quiere jugar.