El respeto internacional obtenido gracias a los éxitos deportivos, la campechanía de su jefe de Estado y su economía demasiado grande para caer ha hecho de España un país insumiso a la injerencia extranjera. Hacemos un nuevo ejercicio de política-ficción para imaginar qué hubiera pasado si España hubiese sido intervenida.
El respeto internacional obtenido gracias a los éxitos deportivos, la campechanía de su jefe de Estado y su economía demasiado grande para caer ha hecho de España un país insumiso a la injerencia extranjera. Hacemos un nuevo ejercicio de política-ficción para imaginar qué hubiera pasado si España hubiese sido intervenida.