¿Podemos salirnos del mega mutante relato neoliberal que todo lo absorbe? ¿Tenemos palabras y lugares para producir otro relato que contenga lo que queremos contar? ¿Puede la ficción abrir espacios e imaginarios que afecten o aporten o abran a su vez espacios políticos? ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Con qué mitos? ¿Con qué historias? ¿Desde dónde hablamos? ¿Qué recorridos siguen nuestras ideas y las palabras? ¿Con qué maneras de producir sentido y formatos contamos y nos servimos? En esta lista proponemos una lista de lugares donde se están contando cosas que quizá sí nos contengan. No sólo literatura. También no ficción, humor, voces, viñetas, pelis, si se pudiera linkaríamos fragmentos de mails, pantallazos del chat de gmail o bocadillos de wassap. Porque la conversación se está dando, no está terminada, no tiene unos límites, esto es un sólo intento. Para empezar a pensar cómo mie_ _a nos contamos esto que nos está pasando y de dónde están saliendo nuestras palabras. Porque si no nos contamos, nos cuentan.