“Un weblog es literalmente una Wunderkammer, un gabinete de las maravillas que fue producto típico del paisaje de la modernidad renacentista: una azarosa colección de objetos extraños y atractivos generalmente recopilada por un caballero cultivado (…) De la misma manera que el gabinete de las maravillas tardó siglos en evolucionar en los más ordenados museos, parece que al caos de la web le llevará un tiempo encontrar una estructura organizada”.